Beldad

Sus apagados ojos mustios se quebrantaban por la oscuridad
Y el hastío de su vida recobró el colorido cuando la conoció -porque reía.
Involuntaria pasión de necesitarla por amarla con sinceridad
Era impresionantemente bella, paradigmática y fría.
Tuvo la mirada mas cautivadora del mundo cuando tocó su cendero
Llenó su vacío, su fuerza, su ilusión, su fé, de manera contradictoria
Pero astillaba con dolor por su léxico severo
Aferrándose a la apócrifa idea, de que el amor para siempre -es cosa ilusoria.