Dulce Madre,te presiento, estas aquí,
yo te quiero, tú lo sabes,
porque ves dentro de mí.
Mas no basta con quererte
ni decirlo en alta voz,
es llevarte, es tenerte
es cultivarte, bella flor.
Que no es fácil, lo sabes,
porque Tú, Madre viviste
el mas horrible dolor,
después de arrullarle en la cuna,
fué a la muerte por amor.
Dános Tú, Madre la fuerza,
para este diario vivir,
que imitemos tu templanza,
con confianza junto a Tí.
Qué dura tarea tenemos,
auméntanos nuestra fé,
para que un día lleguemos
como rayitos de luz,
a la gloria de Dios Padre,
tu hijo Cristo, divino Jesús.