Nunca quise ofenderte,
como no soy muy experto
en el trato con las damas
creo que hablé de más
y esto causó tu molestia.
Estiro nuevamente mi mano
porque quiero ser amigo
de una mujer de tanto temperamento,
quieres conversar conmigo?
Hay un sitio en mi corazón
para ti sin condición,
sólo dílo, dame una señal,
solo acepta mi pañuelo.
Quiero que mis ideas
lleguen a tu corazón
que mis palabras
no hieran ni nublen la razón.
Sólo deseo amistad,
solo pretendo ser noble,
tú tienes la libertad
de decir si es posible.
Espero con ansias tu respuesta,
me gustaría que fuera amistosa
y asi poder entablar
una comunicación deliciosa.
Tú lo decides, tú lo decides!!!!