En la mejilla el aroma de rosas
desde aquel día que posa sus labios,
oh, cuan intensa fragancia que emana,
quedó el amor en mi piel estampado.
Voy por las calles, se huele el encanto
este es de dicha y contento sonrío
bajo el hechizo que vivo con gozo
y que lo esparcen las alas del viento.
Al verme gente que pasa murmura,
de donde viene ese aroma tan suave,
cual mariposa se agita en el aire.
Todo a mi paso se impregna a perfume,
como de un ramo de rosas de Francia,
raro milagro en un beso de paz.
Humberto Reyes H.