Mi beso es una llave como un lazo rojo de dulces
de locura, calido y apasionado. ¡Tú prepárate!,
para una demencia inmensa. Yo los entrego amorosos
y suelen ser muy sensuales, únicos y hechiceros.
Mis labios son llaves a tus dos portones ávidos
y atrevidos. Mis llaves de color rubí solo tocan
y acarician delicados, primero cada uno de tus suaves
portones antes de que mi lazo suave saboree tus portales,
fuertes, que tienen gusto a labios de hombre apasionado
amante y preso de mi. Mi sutil lazo rojo entra a tu portal
encuentra tu lazo tibio y tembloroso, tienen sabor a vientos
se enlazan en un torbellino de ternura loca y arrebatada.
Mi beso lo quieres eterno para ti codicioso. No me sueltas.
¡Déjame hombre!. Nunca debiste sentir mi aliento de encanto.
Porque ahora mi presa hombre eres, qué será de ti sin mis besos
amorosos y tiernos, que de sorpresa te acechan tan posesivos.
Besos míos locos de locura amorosa, por sentir el hálito de los
portones calurosos de tus vientos deseosos, que yo nunca antes probé.