El tiempo, laberintos e iterativos espejos
fueron matriz generativa de tus obsesiones,
la erudición y la humildad preciados dones
en tu mundo vasto, de tránsitos complejos.
Mas la maestría de lo escrito sin reflejo
en la visión social de opuestas precisiones
sobre la vida cotidiana, y humanas emociones
del hombre común , ante tu cantar perplejo.
Los horrores de setiembre te alegraron,
porque tu genial ceguera fue sin visiones
del espantoso futuro real, y sin ficciones.
Fuiste artífice de quienes te ignoraron
por ambigua luz de selectivo espanto,
por eso unos alabaron, otros odiaron tanto.
Sin duda que Borges mereció el Premio Nobel que siempre se le negó y tu das en la clave en tu soneto: Borges asociaba sabiduria en las letras con una ambiguedad total sobre los fenómenos sociales de Argentina. Me encantó tu soneto, que en la brevedad de catorce versos describe mejor que un tratado, el motivo de esa ceguera social del gran escritor.