La luna enloqueció por mí, atrapándome, llamándome, Mi nombre al mar, déjate llevar. Buscando sus olas, pisando la arena, el murmullo en mis oídos, luna llena. Invadiste mi cuerpo, bañaste mi alma, seco mi cuerpo, su cuerpo, entre dulces miradas, destellos de estrellas, envidiosas de cuerpos, abrazados en la mar, dejándose llevar. Como las olas brumosas, recorriendo con tiento, meciendo el momento, majestuoso y bello, hermoso y deseado, sin tiempo,.inesperado. Se paro el reloj, cuando esté se para, pasa un duende, para recordarlo siempre.
Ana J.