ACOMETIDA SALVAJE

Muere lentamente mi corazón cuando,
no te tengo a mi lado en las frías noches y
mi cuerpo no puede sentir el calor de tu cuerpo.
Nuestros cuerpos aun ardientes siguen estando,
juntos pero aun excitados y tibios por la humedad,
del sudor emanado de nuestros poros.
Ahora amor nuestros cuerpos tendidos sobre,
la cama y extasiados por el cansancio de haber,
hecho el amor varias veces y que sobre la cama,
toda revuelta y mojada pero húmeda por el sudor.
Siento como se apaciguan los latidos de tu corazón y
donde nuestros cuerpo aun desnudos y excitados,
gravitan los más dulces placeres de amor.
Reclino amor mío mi cabeza sobre tus exuberantes y
duros pechos de pezones erectos, siento cariño como,
tu encendida y ardiente flama te hace aflorar de tu,
cuerpo las mas maravillosas y placenteras pasiones,
que hacen que mi pene erecto comienza a humedecer,
mi rosado glande que al sentir tu sexo rosado y
todo mojado ya comienza a entrar muy, suavemente mi virilidad varonil penetrando, tan hondo, dentro de tu ser.
En mi acometida salvaje pero muy sube por tu gruta y
explorando con delicadeza el interior de tu gruta,
que dentro de tu cuerpo comenzamos a cabalgar los dos,
a la vez con sensuales embestidas llenas de pasión y
en busca del aro erótico sensual y oculto entre tus,
esbeltas piernas y sedosos muslos cuan terciopelo,
para poder llenar mis excesivos deseos por tus manjares y
dejando a la deriva mis labios, para que se pierdan en tu,
poblada selva oscura y bebiendo ese selecto néctar que, se emana por tu fuente del sexo y el amor.