En el mundo de lucha, donde el dolor se cierne,
No olvides, amigo, lo que el tiempo gobierna,
Sí, fue duro, los golpes que nos dieron,
Pero hoy, en el presente, somos los que vencieron.
Las noches oscuras, llenas de tormenta,
Forjaron en nosotros una fuerza que enfrenta,
Cada desafío con valentía y entereza,
Nuestra alma persiste, en la victoria se endereza.
Las lágrimas derramadas, como lluvia caída,
Abonaron la tierra de nuestra vida rendida,
De esas raíces brota una voluntad decidida,
En este nuevo día, nuestra fortaleza es compartida.
Así que alzamos la cabeza, con orgullo en el pecho,
No importa la adversidad, no importa el reto,
Porque la vida nos enseña, en su constante flujo,
Que al dar lo mejor, ganamos, en este mundo justo.