TE HAS MARCHADO MARIA

Y tú te fuistes.
y yo,me alegré.
Y ahora cada tarde lloro
cuando voy al bar y no me sirven,
como tú lo hacías, el café.
Tú te marchastes muy contenta
a cuidar a los animales.
A quitarles el dolor.
A darles en lo que puedas:
La salud, el cariño y un poquito de tu amor.
Y yo me alegro y me contento
porque ello sea así.
Pero necesito de ese encuentro
que desde entonces lo perdí.
Necesito ver tu cuerpo.
Tu cara hermosa de reina.
Tu empaque de amazona
y tu mirada dulce y tierna.
Necesito ver tu cuerpo.
Tus labios rojos de amapola.
Para así cuando yo duermo
soñar con la bella aurora.
Necesito ver tu cuerpo.
Tu piel color carmesí.
Tu pelo negro de mora
y tu perfume de jazmín.
Necesito hablar contigo.
Y puede que no lo entiendas.
Pues tan sólo yo te dije
palabras insulsas y huecas.
Y es que yo no quería
espantar a la gacela.
Que el contemplarte cada día
arrancaba de mí las penas
y me llenabas de alegría.
Pero la vida es como es
y tú te has ido de mi vida
para nunca más volver.
Yo me alegro y me acongojo.
Y tan sólo es mi deseo
que si algún día te encuentro,
yo pueda ver en tus ojos:
La rica miés en abundancia
y ni pizca de rastrojo.