Profundos

Puedo amar ojos más profundos que la noche.
Y quizá verme envuelto en tu luz de sirena.
Tras tu velo turquesa,bebo paz de un venero...
Tu boca me despierta. Tu risa desconcierta:
respira la alegría del día que declina.
Tienes boca de arroyo danzante en primavera:
tus labios me arrullan como a un tierno nenúfar.
La tarde no te espera. La noche ya se acerca.
Tú no te muevas; inmóvil. No enciendas el móvil.
Tu belleza… oscura. La luna… una vela.
Puedo amar ojos más profundos que la noche.
Y reflejarme en tus pupilas de luna llena.
Tienes tus ojos despiertos, tu rostro dormido.
Por tus ojos desvelas, por tu rostro deseas.
En tus ojos leo un sueño de añil tejido;
en tu rostro se agita, bella, tu vida plena.
Poco a poco se enciende blancura en tu rostro:
dos estrellas se arropan de azul en tu ribera.
Puedo amar ojos más profundos que la noche,
más profundos cuanto más me hundo en tu belleza.