Escribir del tiempo….esa garrapata que nos chupa la sangre mientras nos acaricia el pelo… De las manos que han encerrado otras manos… De los besos que no supimos dar a tiempo…
Hablar de nosotros y de la tierra que sujeta nuestros pies. Explicarles, señores, que ya no voy a esperar la frase perfecta, la palabra adecuada que ensamble mi alma a la de otro mortal…
Voy a dejarme ir entera…
Voy a volar por entre esta hoja en blanco para no regresar jamás al sitio desde el que llegué. Para no continuar arrinconada en mi mundo de ceniza y papeles por el suelo…
A veces, necesita el alma salir a respirar aire fresco, reponerse a través de los sentidos con los que cuenta el cuerpo… cerrar los ojos, y empezar a llorar….
Escribo porque no sabe el cerebro vomitar cada uno de los momentos que no pudo digerir… bolas de sentimientos adversos que flotan por las aguas de mi conciencia… Abrir compuertas, y dejarlos marchar…
Quizás llegar a España, y pasear por las calles de Granada…A la sombra de una guitarra que toque algún gitano ‘despeinao’.
A veces, y sólo a veces, aceptar, que quizá nunca me encuentre; ni a mi espacio, ni a las huellas que vaya dejando mientras el tiempo pasa,viento añejo que se nos va incrustando en el cuerpo hasta que de golpe decida marchar.
De mientras, seguir viviendo…fingir que no escribo estas cosas; que no las siento latir por adentro de mi organismo.