Sembrarás tus virtudes con semillas
y pronto crecerán,
pero aquellas que son de yerbabuena
¡esas amor, no nacerán!.
Cantarán en las mañanas las alondras
aquel bello cantar.
Pero el cántico que antes escuchabas
ese, amor, no escucharás.
Volverán los nidos al jardín
de tu amor, y amores nacerán.
Pero aquel que de mi alma un día tuviste
como ese. Amor mío, jamás tu lo tendrás.
Y si un día lo crees ya olvidado,
Se mi amor, que aún lo sentirás,
y en las lágrimas vertidas de tus ojos
sentirás al verlas tú rodar
el amor nacido de tu llanto,
y mirando hacia el cielo vida mía, mi amor encontrarás.
El poeta
desconocido.
8/5/013