Casi sin pensar!

Casi sin pensarlo llegué hasta tu vida
con un puñado de ilusiones insinuadas
casi sin pensar y hoy en mis derivas
quiero tentarte a vestirte en mi mirada.
Casi sin pensarlo encontré en tus respuestas
un sino de verdad jamás aventuradas,
casi sin pensar en reacciones supuestas
advertí tu condición sin voces apresuradas.
Casi sin pensarlo, pero sintiendo tus latidos
en cada frase que a mis prosas respondías,
sucedió de esta forma, sin causas ni testigos
casi sin pensar, extraño cada forma de tus días.