A mi abuela materna
Te recuerdo abuelita cuando yo era muy niña,
tus manos siempre hábiles, tejiendo con pasión
encajes y puntillas que adornaban mis ropas,
que lucía entusiasmada, con gran admiración
Y siempre te recuerdo con inmenso cariño,
con tu aguja de gancho creando una labor,
y sentada a tu lado me enseñabas con mimo
cuando curioseaba siempre a tu alrededor.
Y también yo me acuerdo de tu pelo de nieve,
de tus lentes de plata al fin de la nariz,
tus primorosas manos blancas como palomas,
entrelazando hilos blancos como el marfil.
Esas ajadas manos blancas como palomas
que acarician mi cara, y me hacen feliz,
recuerdo con ternura los besos, tu cariño,
el amor tan inmenso que me unió siempre a ti.
Chelo Álvarez
©Derechos reservados.