Caricias que sonríen

Cuando siento
el sonreír de tus caricias,
el pensamiento divaga
por aguas encendidas
de luces tan intensas
que dilatan los poros de mi dermis.
Tus trémulas manos
me cobijan
como cobija la flor a su pistilo,
como cobija la música a su canto,
sigue posando tus palmas
en mi cuerpo atado al tuyo.
Tus caricias
le sonríen a mis ojos
que se pierden en la llama de tu tacto
cuando sienten
los besos de tus dedos
que deslizan sus ganas lentamente.
Por eso te pido
con la fuerza de mi prosa;
que tus caricias
se topen con las mías,
para que palpemos
los besos que se juntan,
los abrazos que se muerden
con los labios de un tormento,
que se aquieta
cuando se relaja tu calor en mi calor. Laureano Marcano N.