Llego tarde, como siempre.
-me tenías preocupado-
Con tu sonrisa de genio esperándome
Veo tu mirada de impasible soledad.
-me tienes preocupado-
-Voy pidiendo tu café,
El de siempre,
Mientras llegas tarde-
*
*
*
*
*
Ya sabes que no soy como tú,
Soy incapaz de ver tras un gesto.
Así que ábrete,
Debo escucharte,
Quiero ver de nuevo
A ese genio loco
De laboratorio corroído
Que de bruces
Tantas veces se ha dado
Por su maravilloso dudar.
No volverá.
Vi tu cara aquella noche,
Ella, con ese vestido gris,
Y tus ojos:
Estabais radiantes.
Ese mismo verano volvió a París.
Dos terrones, por favor.
No volverá.
Ya no sabe igual.
Desde entonces,
Este café de siempre
Del lugar de siempre,
Cuidado, aun quema.
Ya no sabe igual.
Un último sorbo.
-Ésta pago yo-.