Y yo me iré contigo, al caer de la noche;
me vivirás despierto haciendo gran derroche,
de todo lo que sabes que disfruto y me agrada
acompañando siempre, mi sueño hasta tu almohada.
Tu aliento y tu perfume como lento tormento,
inundarán el cuarto y como locos ebrios,
gritaremos la gloria, con quejiditos tiernos.
Con tus labios ardientes recorres mis caminos,
besándome la boca, arrancando suspiros,
llenando los espacios, escuchas mis fracasos
y hablando de mis miedos junto con mis tristezas,
tú me dás alegrías y me entregas promesas.