Torrentes de furia,
sangre incandescente de un corazón inerte,
locura febril y desbocada en un desdén al infinito.
Devastación, desolación, confusión, calma.
Marcha frenética,
vuelo incomprensible de una marea incomprendida,
majestuosa danza funesta que veta en duelo a la muerte.
Demencia salvaje.
¡Vuela, vuela arrastrado por la tempestad
y agárrate a un umbral de piedra tristemente envejecida!
¡Desborda de rabia los vientos
hasta rasgar el horizonte de sueños promiscuos y oxidado acero!
Flagélate hasta caer vagando en desiertos de odio
y noches sin estrellas ni penumbra.
Solo vacío.