Refranero ...

"Esta es la casa del jabonero:
aquí, el que no cae, resbala."
Así es la vida en el mundo
de las verdades amargas:
otros después (yo, el primero)
mostramos, tarde o temprano,
nuestras miserias humanas.
"Dime tú de qué presumes,
te diré de qué careces."
Aunque derroches perfumes,
no eres lo que pareces:
en tus carencias te sumes
y tienes faltas con creces
"Árbol que crece torcido,
jamás su rama endereza."
No quieras tú enderezarlo,
no te quiebres la cabeza;
porque "del árbol caído
todos quieren hacer leña."
Piensa con atento oído
lo que ese refrán te enseña.
Mejor busca "árboles rectos"
que te impulsen a la cima,
recuerda el refrán que reza:
"El que a buen árbol se arrima
buena sombra le cobija."
Cuida bien tus amistades,
en vez de "lobos", "ovejas",
porque "el que anda con lobos
acaba aullando en las rejas."
"A aquel que no quiere caldo
¡sírvanle la taza llena!"
Que no es tan feliz el saldo
a la hora de la cena:
si no tienes el respaldo
de una vida recta y buena,
conocerás el amargo
sabor de justa condena.
"No por mucho madrugar
amanece más temprano."
Pero nunca hay que olvidar
otro refrán similar
pues ambos van de la mano:
"Al camarón que se duerme
se lo lleva la corriente."
De modo que no te duermas,
es mejor ser diligente;
pues existe otro refrán:
"Para uno que madruga,
otro que no se acuesta"
y "Músico que desafina
jamás tocará en la orquesta."
Así que no seas "oruga"
ni vayas como tortuga,
pues no subirás la cuesta.
"Ni tanto que queme al santo
ni tanto que no lo alumbre."
Siempre evita los extremos
y elige el camino medio,
busca siempre el equilibrio
y evita así los excesos.
Sabios consejos son esos
si los sabes entender.
"En la casa del herrero
el azadón es de palo."
Ser congruente es ser sincero,
ser sincero es lo primero,
pues lo contrario es muy malo.
Y siempre sé agradecido
con lo que te da la vida,
no seas ingrato ni pillo;
recuerda: "A caballo dado
nunca se le ve el colmillo."
Y te dejo, finalmente,
estos cuatro refranes más
(los cuatro, de relevancia)
se refieren, todos ellos,
a la indudable importancia
que tiene, sobradamente,
la sabia perseverancia:
"El que porfía, mata venado."
"El que persevera, alcanza."
"Todo aquel que busca, encuentra."
y "Se le abrirá a aquel que toca";
así que, cierra la boca,
sé humilde, fiel, reservado,
rehuye a la gente "loca"
y persevera en tus metas
hasta haberlas alcanzado.-
Eduardo Ritter Bonilla.