Año Nuevo Testigos encerrados en el silencio de lo prohibido

Estiro la mirada
Busco un cielo azul
Una rosa sin espinas
Un libro abierto a mi imaginación
Busco historias de amor sin contar
Palabras por callar
Frases sin decir
Paginas marcadas
Flores agolpadas
Pétalos de terciopelo
Que acarician unas manos de acero
Y un corazón de hielo
Una lágrima se desliza por mi rostro
Y junto con ella las añoranzas de un año
Que termino, que no va a volver
Que sembró dolor y dicha
Pasión y deseo
Amor y odio
Y la más cruda indiferencia
Porque odio estos días
En los cuales mis manos no tienen una espalda que abrazar
Unos labios que besar
Un oído al cual hablar Porque odio que tengamos que brindar por nosotros en silencio
Que mi boca esboce tu nombre y que tu lejanía te impida escucharlo
La felicidad para nosotros es algo simplemente prohibido
Ni siquiera el olvido se apiada de nuestras pobres almas
Que tiritan en el frío de nuestro pecho
Hasta la más exquisita compañía no puede derretir ese manto de hielo
Esta noche juguemos a querernos
Escapémonos del mundo
Celebremos año nuevo
Gritemos que nos queremos
Esta noche quiere tenerte cerca
Y que un océano de indiferencia
No se cierna
Aunque es tarde para hablar de utopías
Mi corazón sabe que no vendrás
Que nada sucederá
Que alzare mi copa
Y en el rictus de mi boca
Tu sabor no estará
Cuando mis cabellos acaricien la almohada
Y te espere en el país de los sueños
me encontrare con tu recuerdo
Y ahí se provocara el deshielo