A la buena de Dios

Se acercan las sombras ,
o ya están aquí,
y la vida,en un paréntesis de frío,
continúa por senderos marginales.
Cualquiera es el lugar,
o cualquier sitio,
es un hogar a cielo abierto,
mezcla de marginación y soledad.
Compartiendo alcohol y andrajos,
desperdicios, olores y también sinsabores,
donde no queda espacio para quejas,
solo necesidades y resignación.
La ilusión ya se fué,
de la mano de la esperanza,
y con ello,
crecieron los espacios y el aislamiento.
Pero casi todo es escaso ,
ni hablar de pertenencias,
no se salvan , ya cayeron en la indigencia.
Solo crecen el frío y el hambre,
unidos irremediablmente,
entre tanto desamparo,
Auna amarga soledad.
Perdieron la brújula y el timón,
y cuando avanzan,
transitan por senderos sin futuro,
tenebrosos, sombríos,aislados.
¡Sobreviviendo!¿Sobreviviendo?
Se conducen recelosos por doquier,
buscando casi sin querer,
apenas un mañana....¡tan incierto!.