Se te escapa el último tren,
lo dejas partir,
sabes que es el último,
lo miras con lágrimas en tus ojos,
pero ya no tienes fuerzas,
las dejaste en el camino,
en luchas cotidianas,
en educar hijos,
en mantener tu casa,
en cuidar a ese hombre,
que después de tantos años a su lado,
a veces lo miras de reojo,
como si fuera un extraño.
Se te escapa el último tren amiga,
el que no te lleva a ningún lado,
ó quizás a todos,
hermoso y triste tren,
de sueños perdidos,
ó sueños anhelados.
Te atrapa el miedo,
te encadenan los silencios,
los que ya conoces,
como tus noches de insomnios eternos.
Se aleja el último tren mujer,
y con él, quien te dijo que la vida sin amor,
es un pozo ciego,
sin miradas,
sin manos,
sin te quieros,
quien intentó hacerte levantar el vuelo.
Das media vuelta,
vuelves a esa tu casa,
limpias los mismos objetos,
saludas al mismo hombre,
siempre con el mismo beso,
mientras sonries con tristeza,
y recuerdas tu último tren,
el que dejaste ir por miedo.