A TÍ MI VIEJO

Te observo y te veo cansado
en tu rostro ya se ven los surcos del tiempo
adornos de hilos plateados
decoran tu cabecita con tiento
y con un brillo prolongado.
Tu caminar es doloroso
tus pasos ya son muy lentos
pero te veo dichoso
y a pesar de tus esfuerzos
tu vigor es asombroso.
Con tu cuerpo todavía erguido
te dedicas con inmensa alegría
y con el corazón henchido
a los menesteres del día
que te dejan complacido.
Una de esas funciones
es platicar largamente conmigo
compartiendo nuestras aficiones
y expresando lo que hemos vivido
también recordamos emociones
hasta terminar conmovidos.
Me gusta verte reír
cuando narro mis hazañas
quiero hacerte feliz
alejando las marañas
que puedan separarme de ti.
Veo en tu mirada
una gran conformidad
y sonríes satisfecho
sintiéndote muy orgulloso
de ser un padre que ha hecho
a sus hijos muy gozosos.
Te amo papá
y quiero decirte
que siempre viviré agradecida
y que he de bendecirte
todos los días de mi vida.
FANTASÍA