El dolor por mi cuerpo se desplaza,
adormece a mi alma la vil tristeza,
en nada ni nadie hallo belleza.
Para salir airoso busco proeza.
Me somete esta brutal desgracia,
por seguir vivo a Dios doy gracia,
sin Él mi vida no tiene importancia,
ya cansa vivir en indiferencia.
Este quebranto me está matando,
sobre mí siento energía sublimada,
toda mi voluntad tengo debilitada.
Por camino incierto voy transitando,
la constante penumbra me desanima,
las dudas al abismo me arrima.
Autor Alcibíades Noceda Medina
Pero mi querido amigo. Levanta ese ánimo, no puede ser que un poeta como tú, asuma la tristeza continua. Cuando un amor muere tres están en puerta. Quizá esa dama no te merecìa. Así que a cabalgar de nuevo. Pluma en ristre y corazón abierto. Abrazos. El poeta desconocido.