Cae el sol

30-12-02
Cae el sol y regresa a mi corazón esta angustia
Cada noche, cada despertar, aquí la encuentro,
Estrechándome el corazón, dejándome sonrisa mustia,
Anudándome la garganta, disolviéndome por dentro.
Será la oscuridad de aquel techo estrellado,
Será ella la que atrae sombras de desconsuelo,
O debo ser cobijo de cualquier ente inmaterial,
Que rencoroso me hace morder su anzuelo.
Energías confluentes de polaridades diferentes,
Merodean siempre alrededor de mi persona,
Ellas se repelen con lógica aparente, Una atrae aflicción, desasosiego y congoja,
La otra rechaza alegría, serenidad y dicha sonriente.
Sé que he vencido mil veces a estos oponentes,
Y sin embargo no los destierro al inframundo,
Les permito recuperarse para que ataquen nuevamente,
Y defenderme de ellos con orgullo iracundo.
Pero llegados a este punto discierno,
Que así llevo más de tres inviernos,
Que este camino no lleva a ningún lugar,
Que poco a poco me voy consumiendo.
Es probable que no haga nada por cambiar,
Pues intento averiguar de todo su causa,
Quizá jamás llegue a descifrarla,
Y ya mi resistencia dice basta.
Voy a olvidar, a vivir en el presente,
No voy a caer, seré consecuente,
Sangraré, veré mis venas abrirse,
Empalideceré, flojearan mis agallas,
Observaré impasible como el aire se me escapa,
Pero es que por fin sé que esta no fue mi vida,
Es momento ahora de comenzar una nueva etapa.
Ya siento como brotan las raíces de mis versos,
Como enredaderas aceleradas envuelven mi aura,
Siento el pálpito de que vuelve aquel al que reclamaba,
Vuelve apresurado, impaciente, sin pausa,
No soy capaz de asimilar que esté sucediendo,
Pero heme aquí de nuevo naciendo,
Todo alrededor mía adopta un color nuevo,
Nacen planes, proyectos, ideas e ilusiones,
Soy más susceptible que nunca a los sentimientos,
Ambiguo deseo de convertirme en sufridor,
Pero así es como me siento vivo,
Así es como escribo, así era yo.
He desistido de la búsqueda de motivos,
He asimilado que no siempre puedo comprenderme,
Y que la actitud correcta para mi alivio,
Es continuar, sonreír a lo que la vida quiera ofrecerme
Pues lo incomprensible poco a poco extinguirá su influjo,
Dejará de ocupar parte de mi obsesionada cruzada,
No obstruirá más mis sentidos ni conocimientos,
Podré despertar alegre, mirar al mundo con nueva cara,
Y las respuestas llegarán ya solas con el tiempo,
Sigue cayendo el sol y regresando a mi esa angustia,
Cada noche, cada despertar aún la encuentro
Estrechándome el corazón ya miedosa, distingo en ella sonrisa mustia
Quiere ahogarme pero grito, intenta disolverme pero sigo entero.
Este es el fin momentáneo de tu maléfica existencia,
Te he vencido, ¿acaso maldita orgullosa no lo ves?, Vagarás en la soledad y penumbra que constituyen tu inherencia
Y seré feliz sin que nada ya puedas ahora hacer,
Pues en este preciso instante, yo, he vuelto a nacer.