Los días y las noches curtieron mis letras,
mi memoria se paró un día sin fecha,
no dormí hasta la llegada de la aurora,
soñé con almas que vagaban por el purgatorio
con amores que mueren en la letanía del olvido,
con guerras de sentimientos, con amantes de la nostalgia,
con la sombra de la soledad que deja el vacío,
con la inquietud del amor de un solitario.
Soñé con la luna en las noches que no había luna,
con los besos que no me diste, fríos como el mármol,
con el abordaje furioso y cruel a mi alma,
con el verso que perdió su rima con el alba.
Sigo soñando con metáforas que se pierden con el tiempo,
con los hábitos del amor, tan imperfectos como sorprendentes,
con la sonrisa que da miedo, y la pureza del corazón herido.
Mientras duerman las musas, no habrá poesía. La vida, el amor, los sentimientos, la fe, son las mías.
Tan repetitivas como ciertas.
Estamos cansados de decirlas, siempre lo mismo,
pero son la inspiración del poeta o no poeta,
la causa más preciada por el ser humano e inhumano,
son injustas, pero son la referencia de nuestra alma.
Somos el sueño que despierta cada día,
la nostalgia del presente, la duda del pasado,
la inquietud de la eternidad, el recuerdo que no duerme.
Vivimos en un mundo irreal, platónico, pero irreal.
Confundimos los blancos días con las negras noches,
el huracán con el viento, la lluvia con el diluvio,
el amor con la amistad, la amistad con un te quiero,
el sentimiento con el lamento y lo cierto con la verdad.
CONFESIONES DE MI ALMA.
8-12-2011
J.M.P.Poeta