Ocupados en asuntos pasajeros
hoy por fin hablar hemos podido;
aunque jóvenes somos ya dos viejos,
que nos hemos amado desde niños.
Esta tarde te he llamado desde Viña.
Al oír mi voz pude sentir tu alegría;
de emoción al tú pulsar notas reía,
mi cansada alma que hace mucho dormía.
Estuvo bien marcarte desde Viña;
oyéndote extasiada, sorprendida,
me trasportaste a mi estado de niña,
de tiempo y de espacio, noción perdida.
Ambos anduvimos por el mundo confundidos,
cumpliendo pasos, requisitos de la vida.
Me dices, amor mío, nos queda tiempo;
luchemos, nos queda mucho tiempo todavía…
Vina del Mar, Mayo 14, 2006 10:00 p.m.