Cantos de sirena

Antes de caer la noche

cuando declina la tarde

y el día ya se adormece,

me trae la brisa un susurro

perfumado de nostalgia,

escucho del mar su canto

que insistente me reclama.

Hasta su orilla me acerco

a contarle muy bajito

casi, casi, en silencio

lo que pienso, lo que siento.

Si quieres pregúntale

las horas que ya pase

en soledad frente a el

cuanto llore, cuanto reí.

Al mar le cuento mis penas,

y sus aguas se las llevan.

Cuando mi mirar se pierde 

en su inmensa mansedumbre

si algún motivo me altera

me da calma, me sosiega.

Su frescura dice vida

su ir y venir, libertad.

Me curte la piel

me desnuda el alma,

me acaricia con sus olas

y me embriaga dulcemente

con los cantos de sirena

que al compas del sutil viento 

con su rumor clásico entona.

Para mi bailan sus olas

la danza de blanca espuma

con sonar de caracolas

rompiendo contra las rocas, 

y que en llegando a la playa

besan muy suave la arena

para morir después una tras otra 

en el lecho de las conchas.

Son sus aguas mis amores

sus tempestades pesares,

sus colores mi bandera, 

los faros mi luz y guía,

las barquitas que navegan

bajo el cielo sin amarras,

mis adoradas hermanas

del pescador muy amadas.

MG 04-05-2016