Existen parejas, y no tienen
que ser precisamente matrimonios,
donde dan una apariencia y viven
de otro modo.
Ante los demás son armoniosos y
coordiales, pero al cerrar su
puerta de inútiles y animales,
de llamarse así no dejan.
Asisten a reuniones y a la dama,
el caballero todas le envidían,
pues a parte de poner a su arreglo
esmero, siempre la atiende y la
mima.
Y ella condescendiente le sonríe
y bailar con otras le permite.
Pero al llegar a casa vienen las
reclamaciones, que si crees que soy
tonta, que si no me gusta que tomes,
y si piensas que soy tonto, que no
me dí cuenta que te gusta coquetar
con quien se deja.
En fin que esta mal llamada perfecta
pareja, viven como perros y gatos y
nadie ni en cuenta.
Mercedes del Pilar Reyna Camacho
28-12-09