Son tantas las oscuras piedras del camino
que pienso en culpa, castigo o ironía
sin advertir de Tus mandatos la maestría
como pruebas para mi unívoco destino.
Aunque no lo vea, se que tienen su sentido
por doliente, cruel o injusto que parezca
y en el análisis del dolor que yo merezca
estará el reencuentro de lo dado por perdido
Todo es parte de un juego prefijado
por Leyes de Tu mano prodigiosa,
que busca que el sin paz, sea consolado
Así, los escollos serán alborada, nunca ocaso
su comprensión tardía, ofrenda maravillosa,
como buenas nuevas en la vida, paso a paso.