Tuve tu cuerpo sobre mi cuerpo,
tuve mis ansias sobre tus senos,
estuve en las bocas de tus infiernos
escupiendo lava en tus adentros.
Me falta el niño que soñaba,
el niño que reía,
que gozaba de las cosas
que en cada momento acontecían.
El niño que sueña y se divierte,
que ríe y se convierte,
en un rey por momentos.
En el amar
y en el vivir.
Lo más difícil
es consentir.
El que ama sufre
el sufrimiento es su bandera,
la alegría es el camino,
que el corazón espera.
A unos le es dado el sentir,
lo que otros pueden soñar,
a unos les es dado el vivir
por lo que otros pueden contar.