LO QUE MI MADRE ME DIJERA...CUANDO NIÑO

LO QUE MI MADRE ME DIJERA
Recuerdo las horas de mi infancia
en que mi madre, contenta, me decía:
“La mujer que ames tendrá la fragancia
de una rosa, y la luz de un día.
Tendrá el candor natural de las mujeres
y la inquietud de un bebé travieso,
y nunca sabrás por qué la quieres
si no te brinda el calor de un beso.
Surgirá de los umbrales del olvido
como la única flor de primavera,
y no sabrás cuánto la has querido
si no hasta el día en que se muera.
Surgirá como reina ante tus pasos
pero con humildad de esclavo eterno,
y tú descubrirás entre sus brazos
que es lo mismo la gloria y el infierno.
Nada evitará que por ella llores
si te hiere su burla y su desprecio,
y nada evitará, si te brinda flores,
que su amor tenga un infinito precio.
Si sientes todo eso ¡Ay, hijo mío,
quiero que Dios te brinde la ventura
pues lo que más ardientemente ansío
es verte feliz hasta la sepultura!.
Mas si caes una vez en el camino,
no hagas caso y tu ánimo levanta,
debes saber de una vez que el destino
cuanto uno más se cae, más se agiganta.
Y si amas.hazlo con mucho cuidado,
el amor va de la mano con la suerte;
nunca seas aquel hombre enamorado
que tras la derrota piensa en la muerte.
Debes ser como un sereno peregrino
que transita en la ciudad de la inocencia,
y si encuentras una flor en el camino
únela al jardín de tu experiencia;
pero no abuses jamás de tus encantos,
ama noblemente y dejarás historia,
pues si somos la causa de quebrantos
nunca aspiraremos a gozar la gloria.
Yo amé.y aún amo con locura
y ya ves, te tengo a ti, mi hijo,
causa suprema de amor y de ternura,
sublime causa de bondad y regocijo.
Y cuando tengas un retoño como el mío
quiero que le cuentes también esta novela
con el mismo amor y con el mismo brío
con que a mí me lo contó tu abuela.”
Yo tal vez no entendí en ese instante
el por qué sublime de la pasión loca,
y como tímido e inexperto infante
cerré los ojos y callé la boca.
Mas tú apareciste en mi camino
y me enseñaste a amar a cuanto existe,
y por encontrarte enlazada a mi destino
un poeta alegre surgió de un alma triste.
Y me amaste.y con la vida en calma
brindaste al poeta tu ternura
sintiendo que en el fondo de tu alma
más y más aumentaba tu hermosura.
Y me amaste.y ha sido verdadera
la novela que en el alma se abisma;
te amo, por lo que mi madre me dijera
y por el encanto que llevas en ti misma.