Y se fue la esperanza un día.
Mustió su color de arrebato
que encanto a la libertad hacía,
y el alma mía vistió de negrura
tan hondamente, que hoy
solo con la muerte trato.
Ay tristeza que apuras
el cantaro casi yermo
de mis alegrias, que si puras
por ser pocas,
en el dolor entierran mi retrato.
Por la noche vago
y al vaho de su neblina
en un punto desolado,
me deshago y siento
que sin ti nada valgo.
Como la ceniza de un campo
ahora yerto, antes primoroso,
que delicia era de vida, de encanto,
asi mude contigo mi estado,
pues faltando tu que queda sino llanto?.