No quiero conocer más huecas teologías,
Que más que edificarnos, abren paso a la duda;
Yo quiero relación con Cristo limpia y pura
Y adoro al Padre Santo sin más alegorías.
No quiero oír las voces ni las palabrerías,
Que llenan duras bocas con una ley ceñuda,
Y con dureza claman por vida seca y dura,
Dejando el gozo en Cristo, por sus algarabías.
Le ley es santa y buena; también el mandamiento;
Pero el amor satura la exigencia de Dios,
Y quiero tal tesoro, gozarlo bien contento.
Amo a Dios, y amo al Cristo, con todo abundamiento,
Y quiero eternamente gozarme con los dos,
Y con Santa María, en blando acatamiento.
Rafael Marañón 29 de diciembre de 2010