Si sentimos sentimientos para unas cosas, también los sentimos para otras.
No me vale con que me digas "no te merezco", déjalo, ya pensaremos en otras cosas,
seré el cazador ilusionado que sigue intentado cazar a esas supuestas mariposas,
pero lo mismo ya salen afuera vomitadas, causadas por el alcohol de la anterior noche,
porque la llamada que prometiste no llamó.
Los retrovisores seguirán jugando a su mismo juego, yo mientras
seguiré haciendo el juego con lo mío,
hacer poesía a cada persona que crea conveniente,
una poesía a la vida, o una poesía a cada persona en la que confío.
El cuentarrevoluciones se cansa de seguir marcando siempre lo mismo y
no poder revolucionarse porque tú ya no te excitas encima mío,
menuda contradicción sería manternos lejos el uno del otro y
seguir pensando que juntos podemos seguir mateniendo algo.
Ya no queda nada, ya no tendremos discusiones porque no habrá días en los que discutir,
espero que de todo esto te puedas arrepentir, aunque sea lejos yo de ti y tú de mí,
sentir que valió la pena el haberse arriesgado por mi parte, sin nunca fingir,
solo con el sentir en la mano, en forma de corazón, sin mentir.
© 2011 Roberto Zarco.