Castillo de Naipes

El castillo construido
con esperanza y amor
se derrumbó sin sentido
cual baraja de jugador
con el tiempo transcurrido
en medio de estupor.
La joven que un día soñó
en hogar con ilusión
para el cielo se marchó
sin dejar una razón.
Los polluelos que nacieron
bajo sombras de cariño
emplumaron y se fueron
cada cual por un camino.
La casita que luciera
cual la flor de margarita
se vendió en primavera
por estar vieja y solita.
Hoy la vida se oscurece
como la tarde sin luna
y mi cuerpo ya parece
a un río sin espuma
que en abismo perece
entre silencios y bruma.
Ahora llevo en la mente
el amor de un gran ser
que hace feliz el presente
en mi oscuro atardecer.
Más cuando enferme el alma
con penas y con dolores
le pediré a Dios le dé calma
al amor de mis amores
quien naciera cual la palma
y en jardín lleno de flores