No sé si aun te amo, princesa de mi ayer, no lo sé,
La imagen de tu vida aun está en mis pupilas.
Los infinitos besos que construyeron nuestros recuerdos
se diluyen en el tiempo, como agua entre mis manos.
No sé si pueda algún día verte a los ojos y no sentir nada, no lo sé,
Cada día se me hace más difícil estar lejos de tu piel,
al alejarme de ti, mi alma se hunde en un mar de suplicio,
viendo alejar la aurora de tus ojos, como el sol al caer la tarde.
No sé si mañana será el día que tus ojos no eclipsarán mi vida, no lo sé,
pero hoy soy el esclavo de tantos momentos inolvidables a tu lado.
Trato, espero y quiero arrancarte de mí, ruego a Dios por que así sea.
Eres ese dulce idilio de mi ayer y ese amargo presente de mis días.
No sé cuanto cueste pensarte en silencio al llegar la noche, no lo sé,
Mientras tanto, el tiempo transcurre como un río bravío,
perdiéndote en cada segundo, como se diluyen las olas en el mar,
como muere mi esperanza en el avizorar de mis mañanas.
No se si algún día volveré a tenerte entre mis brazos, no lo se.
Al caer la noche y llenar mi alma con tus recuerdos
el sentimiento que unió nuestras vidas en un tiempo lejano,
habrá vivido nuevamente el dolor de perderte otra vez.