Celos de amanecer

Amanece. La luz de la alborada
ya destierra las sombras. Ha cesado
de los grillos, el cántico sagrado,
que ya guardan su lira derrotada.
Hay esencia de azahares derramada
en el aire. Me siento enamorado
y la llaga que llevo en el costado
habla bien del amor y de su espada.
Poco a poco la luz acorralada
en mi bello jardín abre las flores
que bendicen a Dios y lo proclaman.
Y en mis ojos igual que en tu mirada
se dibujan celosos los amores
tan impropios de aquellos que se aman.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC