Pétrea e impermeable.

Eras la púrpura concepción de mi alma
El racimo de luz que a mi cuerpo decoraba
La virtud sencilla de una bella palabra
El despertar glorioso de mañanas calladas.
Eras la pasión a flor de piel inconmensurable
El reclamo constante de amarte sin permisos
La furia de una amante, pétrea e impermeable
El resumen de una vida sin goces ficticios.
Eras lo que nadie jamás pudo tener en sus brazos
Solo mi ímpetu te pudo doblegar incansable
Eras el amor que en definitiva y por si acaso
Me miraba silente , pétrea e impermeable.