...celos...

Herido va de muerte
trastabillando,
mi corazón herido
va agonizando;
como un ciervo sangrado
por flecha impía,
pues no hay una tristeza
como la mía.
¡Qué triste mi planeta
gris y sombrío!
Mi corazón tirita
de tanto frío.
Va dejando sus rastros
sanguinolentos
en profundos latidos
de sentimientos.
Entre las zarzas rotas,
resquebrajadas,
se adivinan furtivas,
tristes miradas.
Dadme un tiro de gracia
que ya no quiero
sustentar esta llaga
por la que muero.
¡Ay, niña, por tus ojos
y sus miradas,
me has lastimado el alma!
Son como espadas.
Deja ya de mirarme
con esos ojos,
¿qué no ves que despiertas
viejos antojos?
Se resbala la lluvia
sobre mi cara,
como hilillos de escarcha
gélida y clara.
Azuzadme esta lágrima
que se me niega.
Se coagula en mis ojos
y me los ciega.
Cortadle el paso al potro
de mis contiendas;
se le rompió el estribo,
perdí las riendas...
¡Ah, luna nacarada
de mis desvelos!
Herido está mi pecho
de tantos celos.
Herido va de muerte
trastabillando,
Mi corazón herido
va agonizando.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos Reservados)