Cenicientas soñando tener
un zapato de cristal.
Es la evidencia de las palabras
que hacen llorar a tus hijos,
las que matan el hambre que pasas.
Satisfaces el vicio
de quien se olvida de ti.
Mañana y tarde
tus labios provocan
y tus pensamientos lloran.
Tus hijos preguntan
¿qué tal el trabajo?
¿Te han vuelto hoy a pegar?
Tú contestas que nunca
te niegues
a lo que el trabajo
te vaya a mandar.
Beso de buenas noches
y vuelta al principio.
¿Quién vendrá a salvarnos?
Quiero dejar de llorar.
Y comienzan tus lágrimas a bailar.
Tus sueños salen de paseo
Buscando al zapato de cristal.
Perdiste tu vida en dignidad
y esperas que alguien
te la vuelva a entregar.
A la luna le recuerdas
que todo lo puede ver
y seguro que está viendo
al hombre que le saque
de este sucio tormento.
Le pides que a esa alma
indique el camino
a la salvación de mis niños.
Sales a buscar los besos
de alguien que te quiera de verdad,
y solo encuentras sexo
sin preocuparse de quien
eres en realidad.
La luna hoy te sonríe,
y entre las nubes te dice
que tu lucha pronto
verá su final.
Una sonrisa tímida mira al suelo
después de clavar sus ojos
en tu mirada.
Se acerca y te pregunta cómo te llamas,
Tu corazón se da la vuelta
secándose las lágrimas
que solo él ha sabido ver.
cubre tu cuerpo que, por ahora,
solo busca lo que a nadie
le interesa descubrir.
Un café por las tardes,
desayunos en tu casa.
y tú sientes que tu alma
está más limpia cada mañana.
Unos hijos que por fin sonríen
junto a él
al verte tan feliz.
Tu zapato de cristal
que luces mientras brilla
con la luz de la luna,
te dice que te ama
y que como tú
no hay ninguna.
Abrazas a tu amor
y miras a tu amiga
y sonriendo agradecida
dices que esto es culpa suya.
Recuerdas ese sueño
que tenías mientras llorabas
sola y sin piedad,
mas descubres que eso
no era un sueño.
Era un deseo,
y un deseo luchado
al final se hace verdad.
Nueve meses han pasado
desde el hallazgo
de aquel abrazo,
y un cariño desde hoy fecundado
verá la luz el próximo año.
Hoy has vuelto a pasar
por aquel oscuro lugar.
Y gritando contenta
dices a las demás cenicientas:
¡Un nuevo mundo es posible!
Todas tenemos un zapato de cristal,
Solo hay que desearlo y luchar.
Hay que desearlo, y luchar.