Esta tarde ha llovido,
mi corazón esta llorando,
en la soledad de mi único consuelo,
pertenecerme a mi misma y ser fuerte ante cuchillos infieles a derramar mi sangre,
sobre su incrédula y falsa risa de ambición y enemistad.
Esta tarde han llovido,
piedras sobre mi garganta,
mi tranquilidad era llana,
pero se cobijaba entretenida.
Necesitaba decir al aire y decir a la noche, todas las verdades ocultas en mi sentir,
todos los pecados y mentiras inconsentibles.
Esta noche ha seguido lloviendo,
la oscuridad y las leves luces reflejaban mi rostro.
A media noche,
ha dejado de llover,
mi interior se despejaba,
pero necesitaba compartir ese dolor que mi orgullo esconde.
La calma del día siguiente,
será fría,
tal vez será, porque no, alegre…
Sólo mi yo y la lluvia de mis ojos me ayudará a cobijarme para no inundarme de esa lluvia que me duele por momentos.