El día que te fuiste de casa, mi vida quedo en un gran olvido,
Comenzó un gran rencor, Talvez confundido con vacío,
Sentí tu indiferencia, me hacia falta tu presencia,
Crecí con gran aborrecimiento hacia ti, Verte no me interesaba.
Confundiste y confundí los papeles en la vida,
Seguiste tu camino con tu nueva pareja,
Yo el mío de inconciencia,
Si, me hiciste mucha FALTA, no te lo voy a negar,
Si te necesitaba, los sentimientos ocultaba,
De mi infancia recordé,
Cuando me llevabas contigo,
Mi manita entre tu manota,
Caminando por la vida.
El día que te fuiste de casa,
Decidí empezar a odiarte,
Tonta fui, cuanto perdí,
Yo también me aleje de ti,
Ahora empiezo a valorarte.
A ti también te abandonaron,
Tú sufriste igual o más que yo,
Seguías un patrón establecido,
Injusto fuiste al marcharte,
Al menos por no explicarme.
El día que te fuiste de casa,
Me sentí derrumbada,
Acepte a un hombre igual a ti,
Tú ese día me acompañabas,
Me entregaste en sus manos,
Repetí el mismo patrón, Cuenta me di mas tarde,
Ahora empiezo a valorarme, Voy a romper ese molde,
No quiero que continúe, voy a explicarle a mis hijos,
Como debe ser un padre.
Esto no es un reproche, para nada te incomodes,
Es una explicación de mi estupida actitud,
Creo que te la debo, para que no siga en tu mente,
Ha sanado el corazón, NUNCA pude odiarte,
Una cosa mas agregare, te lo digo desde adentro
GRACIAS PADRE de verdad, nunca he dejado de AMARTE.
Melina