No me duele el que tengas que partir,
me duele el que tengas que regresar,
y no pueda aceptarte junto a mí.
No me duele el que ahora me mientas,
me duele el que con lágrimas pidas perdón,
y no crea que en verdad te arrepientas.
No me duele el que ahora dudes de mí,
me duele el quererte con toda el alma,
y no poder confiar más en tí.
No me duele el todo tener que olvidar,
me duele el que solicites mi afecto,
y no pueda brindarte ni mi amistad.
No me duele tanto conocer la justa razón,
me duele el que busques con entusiasmo,
el consuelo que será negado a tu corazón.
No me duele el tener que vivir en la soledad,
me duele, el que aparezcas de la nada,
y tus defectos y virtudes no pueda aceptar.
No me duele que lo nuestro haya terminado,
lo que sí me duele, es que hayas manchado,
la imagen del cual me había enamorado.