Cielo enamorado

Cuando siento el cielo
sólo te veo a ti.
Y no necesito elevar mi mirada
pues el edén baja al horizonte de mi existencia.
Estas tan cerca cariño mío,
que mis manos pueden palparte
y moldeo tu imagen,
y ellas nunca se agrietan,
pues trabajan con desvelo
y dedicación sempiterna.
Y fundo tus ojos
y disuelvo tus mejillas,
en un mismo contorno
para dejar en ellas mis besos.
Pero tanto te beso
que tu cara se altera,
y vuelvo a crearte
todos los días,
porque no habrá días
sin mis besos,
ni vacío en mi mirada.