Una sombra de tristeza

Julio, timorato, llega
con su fular por el cuello,
negro de tristeza y luto.
Se ha paseado la muerte
por delante de mi casa
restregándome en la cara
algunos seres queridos.
Julio se vistió primero
de granados colorados,
para abrirnos las entrañas
con un hachazo y con otro.
Pasa factura la vida,
y en una semana siembra
con su calavera el pánico,
siembra y va llenando todo
de penumbras y de sombras.