Los árbolitos lloran...
Mi arbolito de durazno, lo compramos
siendo solo una varita, una ramita,
nos dio la sorpresa el primer año
se llenó de hermosísimas rosadas flores
vimos como iban apareciendo los hasta entonces
desconocidos "nuevos" frutos para nosotros
no sabíamos de árboles frutales, nada
si serían priscos, si serían amarillos
el caso es que se llenó de unos a los que
llaman melocotones... ah, qué delicia...
qué tersa su piel y qué sabor tan agridulce
solo de recordarlos se hace agua la boca
Un día pasando los años, escribimos como
hacen los enamorados, nuestros nombres
con una navaja en él y nos retiramos en un beso
unidos y nos hicimos tantas y tantas promesas...
regresamos ya por la siguiente primavera a admirarnuestro querido duraznal;
de las letras ya no muy claras,
brotaban unas gotas como si fueran lágrimas...
tal vez era una señal que no preví: él se volvió y dijo:
"Cariño lo siento por ti, casi tanto como por el
duraznal, más debo buscar nuevos horizontes.. "
por favor: no me lo tomes a mal... vi como se alejaba ... recordé la varita que solía ser antes de dar sus frutos
mi amado y ya crecido duraznal,
quise volver a ver nuestros nombres gravados
con tanto amor en su tronco escritos ... empero,
inevitablemente, el tiempo los había borrado...
yo al verme y sentirme abrumada lloré tanto
que mis lágrimas con las de mi duraznal se confundieron
y supe y sentí entonces, que si un árbol sufre, llora,pero es bello y da sus frutos, siempre será amado...
no sé por quién, ni lo voy a pensar ahora...
¡¡Ahora voy a disfrutar de la lección que me dio mi duraznal!!
Lara Elra Cira Oct/02