Tan fresco aún el recuerdo de la otra
y tu apareces...
tan doloroso éra y tú lo calmas.
te juro que pensé que sería imposible,
tan lejos te veia, inaccesible.
Y cuando bailé contigo, qué gloria!.
no deseaba mas que continuar asi la vida entera.
platicabas tan dulce, y yo éra tan feliz!,
solo, a tu lado...
Al acabar la noche,
era yo tan dichoso como jamás pensé
en llegar a serlo, y aún no éras mía.
Y pensar, y pensar, una y otra forma
de volver a verte, a platicar, a deleitarme.
y cada día me parecias mas lejos y temía
que jamás llegaras a quererme.
Pedirle a Dios con tal fervor,
que quizá conmovido,
convino en aceptar y me quisiste.
En tal modo formas hoy parte de mi vida,
con tal intensidad te adoro hoy en día,
que no concibo felicidad o dicha,
o modo de amar alguno,
sin que estés tu presente.
Y no prometo solamente, cumplo,
que no dejo de amarte
aunque no pueda verte, como quiero...