Cuando te vayas llévate todo lo tuyo,
no dejes ningún recuerdo, no quiero saber de ti.
Cuando te vayas no voltees la mirada,
ve de frente donde vayas; no te fijes más en mi.
Cuando te vayas no pienses en el regreso,
vete lejos, si muy lejos, que yo así seré feliz.
Vete donde ya ni el viento sople y no alcances la distancia,
donde se pierda tu vista entre densos nubarrones,
como son los del desierto, de arena, polvo y calor.
¡Mira! y comparado contigo, te deseo lo mejor,
Dios quiera que adonde vayas no encuentres un corazón;
que Tú pudiese engañar,
donde no tenga esperanza de volver a estar conmigo,
y sientas que eres cual barco, que en lo profundo del mar,
está encallado y hundido.
Donde te falte el aliento si me quieres alcanzar,
donde se ahogue tu voz si mi nombre has de gritar.
Si hasta con el pensamiento Tú me quisieras besar,
y con tu boca mi boca intentas tu retomar.
Eso es lo que quiero yo, que te apartes de mi vida,
yo encontraré otra mujer que me sepa valorar,
pues se que tengo quilates y mucho menos vencido;
mas de las cosas perdidas ya lograré recobrar.
Así ruego que te pierdas, de la existencia y el tiempo,
para que viva el olvido y que se muera el recuerdo.
Cuando te vayas te juro que no he de oler ,
la fragancia que te has puesto;
que se pierda con la brisa, con el aire y con el viento;
prefiero no respirar , como lo hacen los muertos.